“La alimentación, nuestra mayor defensa”

Un día cualquiera, nos encontramos con un amigo: ¿Qué tal estáis? ¿Cuánto tiempo sin vernos? Y al rato… nos despedimos ¡Mucha salud!

Y es que la salud, en estos tiempos, es muy valiosa, tanto, que la protegemos como el mayor de los tesoros. Pero, ¿qué medios tenemos a nuestro alcance? ¿qué podemos hacer para defendernos de los “ataques” que recibimos a cada momento?

En primer lugar, se debe tener en cuenta, cómo es nuestro sistema de “defensa”, para recordar que cuando nacemos disponemos de una inmunidad innata, que es no específica y está compuesta por nuestra piel, que actúa como barrera ante los microorganismos, hongos, parásitos y demás seres que están dispuestos a realizar una invasión en nuestro organismo.

Dentro de este mecanismo de defensa, se encuentran, también, las secreciones, como la mucosidad que desprendemos en la nariz y que se encarga de liberar de agentes extraños los cilios o también llamados comúnmente “pelillos” que tenemos en las fosas nasales y que son parte de nuestro sistema de “defensa” innato e inespecífico. En este punto, una de las cosas que podemos realizar para ayudar a nuestras defensas es arrastrar los microorganismos de los cilios, ya sea con lavados de suero fisiológico o limpiando de mocos la nariz con un pañuelo.

 

Además, en este bloque, debemos contar con las células encargadas de protegernos de cualquier agente extraño, cómo son los Neutrófilos, Basófilos, Eosinófilos, Monocitos y las células “Natural Killer”, componentes de la serie de glóbulos blancos, producidos en la médula ósea. ¿Cuáles son las funciones que llevan a cabo en un “ataque” por agentes extraños?, en su mayoría estas células fagocitan o “engullen” partículas extrañas, microorganismos interceptados, desechos, toxinas, etc. y también, empiezan a producir sustancias como la heparina y la histamina, en procesos inflamatorios que nos avisan de que esta ocurriendo una respuesta de “defensa”. Por otra parte, las células “Natural Killer” o asesinas, identifican y destruyen células que fisiológicamente no son normales, siendo muy útiles en el tratamiento de virus y tumores.

 

En segundo lugar, ¿es tan sencilla la respuesta de nuestro organismo ante un “ataque”?

Rotundamente no, nuestro organismo dispone de un sistema de inmunidad adaptativa, que trabaja en conjunto con la inmunidad innata y consiste en el entrenamiento de nuestras “defensas”, cada vez que nos exponemos a un agente extraño, disponemos de linfocitos T y B, parte de la serie de glóbulos blancos del torrente sanguíneo que específicamente, interceptan los microorganismos recordando a cada uno de ellos, como si se creara una base de datos con las características necesarias para su destrucción. Ambas, inmunidad innata y adaptativa colaboran a cada momento como el mejor de los equipos, complementándose entre sí.

 

Entonces, ¿cómo podemos actuar y perfeccionar el mejor equipo colaborativo?, la respuesta es clara, proporcionándole la materia prima necesaria para que funcione correctamente y aquí, es dónde actúa principalmente la alimentación y nuestros hábitos de vida.

 

Por tanto, en tercer lugar, ¿por qué alimentos podemos comenzar?, en general, podemos comenzar a introducir en nuestra dieta, frutos rojos, frutos secos, aceite de oliva, probióticos y mucha, mucha miel, ya que “Come miel y vivirás mucho y bien”. A continuación, presentamos una tabla-resumen:

 

En conclusión, desde la alimentación podemos procurar la materia prima necesaria para estimular nuestro sistema inmune y “defendernos” de los agentes extraños que encontramos cada día, dirigiendo nuestras vidas al verdadero objetivo, “VIVIR MEJOR Y BIEN” como propone el dicho de la miel.

Pepa Cano Jiménez. Profesora CAE. EFA La Serna.