Hace ya cinco años nos propusimos contribuir a reducir la huella de carbono de nuestra EFA disminuyendo la cantidad de dióxido de carbono CO₂ emitido y, así, luchar contra el cambio climático. La idea fue estudiada y planificada como un proyecto a medio plazo. Año a año hemos ido avanzando y la suma de acciones encadenadas ha contribuido a la reducción del consumo eléctrico.

Así empezamos cambiando los anteriores acumuladores por bombas de calor con tecnología Inverter con una COP elevada. Durante el curso siguiente nuestro objetivo se centró en la iluminación, así se sustituyó toda la iluminación del Centro por diodos LED, ahora podemos decir, que somos el único centro de Castilla La Mancha que cuenta con un 100% de esta tecnología. Durante el presente curso hemos procedido a la instalación de placas solares de autoconsumo con una potencia nominal de 10.080 W con vertido a red y pago de la electricidad sobrante, cubriendo en estos días de invierno casi la totalidad del consumo eléctrico diario aunque sin excedentes, claro está, hemos de tener en cuenta las fechas en las que estamos, pero todo nos hace presagiar un excedente eléctrico en meses venideros. Si resumimos, podemos decir que hemos pasado de un consumo de 37.500 kW anuales de energía a un consumo de 14.060 kW, lo cual nos indica que vamos por el buen camino y nos hace sentir orgullosos, pues no debemos olvidar que esta reducción de más del 60% de energía ha ido acompañada por un ascenso evidente de la actividad de nuestra EFA, pues trabajamos en horario de mañana y tarde, con más de 12 horas ininterrumpidas de horas lectivas.

En el caso del agua, ese bien tan escaso y valiosos en La Mancha, hemos reducido en un 46% el consumo que la EFA precisa de la red pública tanto para regar como para el consumo normal del centro, pasando de un consumo anual de 3.270 metros cúbicos anuales en 2019 a un previsible consumo de 1970 que lograremos en 2021 con la ayuda del riego por goteo, control de posibles fugas semanal, temporizadores de riego y empleo de retenedores de humedad entre otras medidas.

A todo ello añadimos que la EFA Molino de Viento recicla y separa papel, vidrio y plástico en todo el centro con el fin de fomentar el espíritu ecológico a todo su alumnado para que así lo transmitan en sus casas y que, entre todos, consigamos parar el cambio climático, haciendo caso el refrán español de “un grano no hace granero, pero…”

No podemos terminar este artículo sin citar al verdadero artífice de todo, a D. Santiago Ocón, profesor de Formación Profesional de nuestro Centro.

¡Gracias, Santi!, ¡Buen trabajo!